La Tarota catalana y la Trompa aragonesa son instrumentos de viento de la familia de los oboes formados por un tubo de madera de perforación cónica, una transición metálica (el tudel) y una doble caña. Son instrumentos herederos de las chirimías medievales presentes en toda Europa a lo largo de la Edad Media, popularizados una vez caídos en desuso por lo que ahora consideramos música culta.
En Cataluña pasó a formar parte de la formación de la Cobla de tres quartans conjuntamente con el Sac de gemecs y el Flabiol y tamboril, y también de las Cobles de Ministrers. En Aragón la Trompa aragonesa pasó a formar parte de la Cobla de Casserres conjuntamente con la Gaita de boto. Todas estas formaciones eran las encargadas, a lo largo de diferentes siglos, del acompañamiento de actividades protocolarias y todo tipo de Bailes tradicionales y actividades religiosas, pero cayeron en desuso a principios del siglo XX.
Estos instrumentos se recuperaron al final de los años 80 y, en la actualidad, comienzan a ganar popularidad, tanto en la escena tradicional y folk catalana y aragonesa, y también en diversos ámbitos y funcionalidades actuales.